Durante gran parte de la década de los cuarentas, la cinematografía mexicana llevaba un ascenso, o una proliferación que acaparaba, la mayoría de las actividades mexicanas.
Los grandes actores, guionistas y directores hacían de su país, un retrato sólido, real, pero atractivo, ya sea en sus fotografías o escenas del largometraje.
Se caracterizaba la vida del indígena y en algunas otras plasmaba, la industrialización que llegaba al país.
Sin embargo para la década de los sesenta hasta el principio de los ochenta, la industria cinematográfica llegó a una crisis en la cual, se tuvieron que realizar una serie de películas de muy bajo presupuesto, tanto en las historias, actores y locaciones.
La gran época de oro del cine mexicano había descendido, pero no fue hasta los noventas, que se intento rescatar ese periodo fructífero, aunque las historias, a pesar de que la mayoría de estas, trataba de adolescentes, no alcanzo ese auge esperado.
Con la llegada del nuevo milenio y con el intento de querer rescatar al cine mexicano, llegaron nuevos directores que no solo tenían nuevas historias que contar, si no que fueron inteligentes al venderlas a los caciques de este país, para que pudieran financiarlas.
Es el mismo problema al que México se ha enfrentado; gracias a que no se cuenta con una industrialización y al que cierran su mente, al no quererse arriesgar con nuevas propuestas de jóvenes que quieren mostrar su trabajo y enaltecer el nombre de este país.
Son contados los trabajos y reconocidos ahora por la industria Hollywoodense.
Si tan solo México o mas bien dicho los ancianos que llenan los curules, que se han convertido en conservadores, vieran los trabajos juveniles y brindaran apoyo.
México tendría una perspectiva muy amplia sobre el futuro y el mundo nos vería en ascenso, no en un estancamiento. La Historia, queridos lectores, no es solo para pasarla como materia, ó porque viene en la lista de nuestras boletas, ó para seguir cursando los años siguientes.
La Historia se escribe para que reflexionemos en el pasado y entendamos nuestro futuro: Leamos sobre el gobierno de Porfirio Díaz en el que la industria era la más productiva en México, claro que estoy conciente de que cada gobierno tiene sus buenos y sus contras; pero solo tomemos lo que le beneficia al país y a nosotros como residentes.
La Resurrección del cine mexicano no esta completada, llevamos la cuarta parte, aun nos falta demasiado, aún nos falta, el sentarnos en una sala de cine y decir “caray esto es nuevo y no las mismas historias de siempre” pero es lógico que si nos quedamos callados y cerramos nuestras mentes, no ya solo heredaremos un país conformista, con la miseria que nos mandan del otro lado, a nuestros hijos, si no que seguiremos viviendo en él.
“Si un hombre utiliza
la razón, tiene resuelta
toda su vida.”
Giovanni Natan German
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